Chile enfrenta un escenario climático complejo, con temperaturas extremas que podrían alcanzar hasta 42 grados en regiones como Ñuble, Biobío y Maule durante el verano 2025.

El agroclimatólogo de la Universidad de Talca, Patricio González, destacó en entrevista con ADN Hoy que este fenómeno es parte de un acelerado cambio climático que supera las proyecciones iniciales. “Es una región muy cálida, así que era esperable. Lo que no era esperable que se hayan ido acelerando en forma tan rápida este cambio climático, todo se esperaba hacia 2050″, señaló.

El calentamiento global intensificó fenómenos como las dorsales cálidas y altas presiones, factores que, junto a la presencia de vegetación seca producto de las lluvias del fenómeno de El Niño, incrementan la vulnerabilidad a incendios forestales.

En esa línea, el académico explicó que, aunque el calor no genera los incendios por sí mismo, crea un entorno propicio para que cualquier chispa, intencionada o accidental, cause un desastre. “El 99% de los incendios son provocados por el hombre, ya sea por negligencia, descuido o intencionalidad. El desafío está en controlar ese vector humano”.

Cambios drásticos y fenómenos climáticos

El fenómeno de El Niño trajo lluvias atípicas que interrumpieron años de sequía, provocando un crecimiento significativo de vegetación. Sin embargo, González advirtió que el fenómeno de La Niña, que se espera para el verano, generará una sequedad extrema en la atmósfera, incrementando el riesgo de incendios. “Con La Niña, la humedad atmosférica baja a un 20% o menos, y junto con temperaturas de 38 a 42 grados, crea un marco propicio para incendios forestales”, detalló.

El experto subrayó que este panorama no es nuevo, pero sí más intenso. En comparación con décadas pasadas, los incendios actuales son más grandes y devastadores debido al aumento en la frecuencia y magnitud de olas de calor. “Estamos en un país altamente vulnerable. Las noticias de los años 70 no registraban incendios de la magnitud que hemos visto en el siglo XXI”, explicó.

Chile ha invertido en recursos como brigadistas, aviones y drones para combatir incendios, pero el agroclimatólogo enfatizó que la solución debe centrarse en prevenir su origen. “La tecnología no logra controlar los incendios generados por el hombre. Es urgente aumentar el patrullaje, el uso de drones y satélites para evitar que ocurran”, insistió.

El experto concluyó que el desafío es doble: adaptarse al cambio climático y controlar el factor humano que desencadena los incendios. “El calor los hace expansivos, pero debemos cortar el origen. Sin un control estricto, será imposible evitar las pérdidas humanas y materiales”, sentenció.

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