Fue la gota que rebasó el vaso. Cuando en el Socialismo Democrático los cuestionamientos al jefe de asesores del Segundo Piso de La Moneda, Miguel Crispi (Frente Amplio), ya eran intensos, la revelación -dada a conocer por La Segunda- sobre que omitió a los fiscales de la reunión que tuvo con la diputada Catalina Pérez -en el marco del caso Convenios- terminó por colmar la paciencia de varios dirigentes oficialistas.
Como es costumbre cuando se trata de Crispi, el senador socialista Fidel Espinoza fue de los primeros en salir a cuestionar su permanencia en el cargo. “Si estás metido en cada embrollo en que se ha envuelto el gobierno, con sus erráticas asesorías al Presidente, si además omites información clave ante fiscales en los líos de Catalina Pérez y el caso Fundaciones, ¿es posible que pretendas seguir en el cargo?”, publicó en su cuenta de X.
Lo cierto es que los dichos de Espinoza son generalizados en el Socialismo Democrático, aunque hoy varios optan por no salir a pedir públicamente su salida, para no pasar a llevar al Presidente Gabriel Boric y su facultad exclusiva de decidir quiénes son sus colaboradores.
Incluso desde antes de que se conociera que Crispi también omitió información a los fiscales, desde la coalición que reúne al Partido Socialista (PS) y el Partido Por la Democracia (PPD) algunos dirigentes han transparentado que la permanencia del exdiputado en La Moneda es compleja, pues, creen, mantiene un flanco abierto al Presidente Boric.
“No es la primera vez que complica y entrampa al gobierno”, dijo Camila Musante, jefa de bancada de los diputados PPD e independientes. Y agregó: “Realmente se merece que se dé un paso al costado”.
Por su parte, el diputado Marcos Ilabaca (PS) afirmó que “cuando el jefe de asesores del Segundo Piso se transforma en un problema constante para el Ejecutivo (…) y para el Presidente (…), debería dar un paso al costado. Este no es un tema de hoy, no es que hoy día se haya transformado en un problema producto de este hecho, sino que han sido una serie de conductas que permanentemente hacen que estemos hablando respecto a él”.
En tanto, el diputado Jaime Araya, de la bancada PPD e independientes, manifestó que es importante que “el gobierno entienda el riesgo de tener como jefe de asesores presidenciales a una persona que tiene episodios de amnesia temporal, porque supongo que se trató de olvidos involuntarios y no de mala fe. Porque si de mala fe ocultó a las distintas comisiones un dato tan relevante, resulta necesario su renuncia inmediata. No puede tener tanto apego al poder, como para enlodar a todo el gobierno”.
Desde la coalición han cuestionado la permanencia de Crispi en varias ocasiones. Lo hicieron, por ejemplo, por su rol en la crisis que desató la denuncia por violación en contra de Manuel Monsalve. Y es que el jefe de asesores fue de los primeros en conocer el caso. Incluso habló de él con el Presidente antes de que se hiciera público, por lo que algunos en el Socialismo Democrático consideran que falló en no advertir que era necesario remover al otrora subsecretario en ese mismo momento.
Y, más recientemente, por el caso de la fallida compraventa de la casa de Salvador Allende, en consideración de que Crispi tampoco habría advertido que se cometía un acto inconstitucional al celebrar un contrato entre el Estado y la ministra Maya Fernández (Defensa, PS).
La Moneda mantiene estrategia de distancia
A diferencia de este lunes, la vocera subrogante del gobierno de Boric, Aisén Etcheverry (FA), no se refirió a la polémica que se ha formado en torno a la figura de Crispi -no abordó el tema en la entrevista que tuvo en radio Universo-, lo mismo que la titular del Interior, Carolina Tohá (PPD), quien tampoco fue consultada al respecto, en el marco de su visita a San Vicente de Tagua Tagua, en la Región de O’Higgins.
En el Ejecutivo han optado por intentar alejar el caso lo más posible de La Moneda, evitando ahondar en este en los puntos de prensa y traspasando su peso a la investigación que hoy mantiene el Ministerio Público. Este diseño, hasta ahora, se mantiene.
Así, el lunes, como si fuera un libreto, la ministra Etcheverry apuntó a esta idea y respondió en tres momentos distintos lo mismo. Tras la última insistencia de la prensa, la titular de Ciencia dijo: “Insisto en la respuesta. Hay investigaciones en curso, distintas instancias donde se han llevado adelante diligencias, donde el gobierno ha estado disponible ha colaborar en cada una de ellas y no nos vamos a referir a un caso que está siendo trabajado por el Ministerio Público y donde hay una investigación en curso que, como organismo autónomo del Estado no podemos pronunciarnos”.
El viernes pasado, la ministra de la Mujer, Antonia Orellana (FA) -integrante del comité político- fue consultada por el pie con el que quedó el jefe del Segundo Piso con los nuevos antecedentes. “Todos estos elementos son parte de una carpeta de investigación y, sin duda, el Ministerio Público, como organismo autónomo que dirige esa investigación, va a tenerlo en cuenta para solicitar las acciones que sean correspondientes”, dijo la secretaria de Estado frenteamplista.
En la misma línea, esa jornada el subsecretario del Interior, Luis Cordero, también buscó mantener el asunto fuera de La Moneda. “Sobre la situación de Miguel Crispi, él ha declarado ante el Ministerio Público, tiene un abogado personal, que es el abogado Chahuán, y el Ejecutivo no tiene nada que referirse sobre un asunto que forma parte de su defensa personal”, afirmó el exministro de Justicia.
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