Un equipo internacional de astrofísicos ha identificado una estructura perfectamente esférica en la Vía Láctea, un hallazgo que ha desconcertado a la comunidad científica. A primera vista, la figura podría parecer el resultado típico de una explosión estelar, pero su morfología inusual y la falta de algunos rasgos esperados han suscitado múltiples interrogantes.
El objeto, bautizado Teleios (que en griego antiguo significa «perfección»), fue descubierto por el radiotelescopio ASKAP como parte del proyecto Evolutionary Map of the Universe (EMU), que tiene como objetivo cartografiar el cosmos a través de ondas de radio. Teleios se distingue por su forma casi circular y su emisión exclusiva en radiofrecuencia, lo que ha generado gran interés en los investigadores.
El equipo que lidera este descubrimiento está dirigido por Miroslav Filipović, astrofísico de la Universidad de Western Sídney, quien propone que podría tratarse de un remanente de una supernova tipo Ia. Este tipo de supernova ocurre cuando una enana blanca acumula materia de una estrella vecina hasta superar su masa crítica y colapsar. Sin embargo, lo que resulta desconcertante es la ausencia de radiación en rayos X, algo que normalmente se detectaría en estos fenómenos.
Scientists are puzzled by this one.https://t.co/ggIr3f2NEx
— ScienceAlert (@ScienceAlert) May 19, 2025
La morfología perfecta de Teleios
Uno de los aspectos más llamativos de este descubrimiento es la geometría casi perfecta de la estructura. Los remanentes de supernovas suelen presentar formas irregulares debido a las influencias del entorno o la dinámica interna de la explosión. Sin embargo, en este caso, Teleios ha mostrado una expansión extremadamente homogénea, lo que podría explicar su forma tan singular. Los investigadores han señalado que la forma es tan única que han tenido que realizar una exploración exhaustiva del estado evolutivo del objeto, tomando en cuenta su brillo superficial, tamaño aparente y distancia.
El enigma de la distancia
El equipo de investigación ha encontrado que uno de los mayores retos es determinar la distancia a la que se encuentra Teleios. Las estimaciones actuales varían entre dos posibles distancias: 7.175 años luz y 25.114 años luz. Según cuál sea la correcta, se estima que la estructura podría tener un diámetro de entre 46 y 157 años luz, y una edad de entre menos de mil años y más de diez mil años. La ausencia de rayos X en esta estructura es una anomalía que pone en duda el modelo estándar de supernova.
Debido a esta rareza, los investigadores también han planteado la posibilidad de que se trate de una supernova tipo Iax, una variante menos destructiva que podría haber dejado una estrella remanente en su lugar. Esta explicación implicaría que el objeto se encuentra mucho más cerca, a unos 3.262 años luz, pero esta hipótesis aún no ha podido ser confirmada con datos adicionales.
Un enigma cósmico por resolver
El estudio de este misterioso objeto, que ya ha sido enviado a la revista Publications of the Astronomical Society of Australia y está disponible en la plataforma arXiv, destaca la importancia de obtener observaciones más detalladas y de mayor resolución para entender mejor la naturaleza de Teleios.
Los astrofísicos continúan investigando este objeto extraño, que podría arrojar nueva información sobre los procesos de explosión estelar y los remanentes de supernovas. A medida que avancen los estudios, es probable que el telescopio ASKAP y otros observatorios proporcionen datos clave para resolver este enigma cósmico, abriendo nuevas puertas en nuestra comprensión del universo.
Este descubrimiento demuestra una vez más lo vasto y misterioso que es el cosmos, y cómo cada nuevo hallazgo puede desafiar nuestras expectativas y abrir nuevas áreas de investigación.
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