Con la llegada del invierno polar en varias regiones del país, los dermatólogos alertan sobre los efectos del frío extremo en la piel. Las bajas temperaturas, sumadas al viento helado y la baja humedad, pueden provocar sequedad, irritación, enrojecimiento e incluso quemaduras por frío.
Según la Sociedad Dermatológica Nacional, los casos de dermatitis y piel agrietada aumentan hasta un 40% durante los meses más fríos del año. “La piel pierde su capa protectora natural, lo que facilita la entrada de agentes irritantes”, explicó la doctora Carla Mendez, especialista en dermatología clínica.
Recomendaciones esenciales para proteger la piel
Entre los consejos más importantes para evitar daños cutáneos en temperaturas bajo cero, los expertos destacan:
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Hidratación intensiva: Aplicar cremas ricas en lípidos al menos dos veces al día, especialmente en manos, rostro y labios.
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Evitar duchas muy calientes: Aunque reconfortantes, debilitan la barrera protectora de la piel.
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Usar protector solar: La radiación UV sigue presente, y en zonas nevadas se potencia por el reflejo.
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Vestimenta adecuada: Guantes, bufandas y gorros ayudan a evitar el contacto directo con el aire frío.
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Evitar productos con alcohol o fragancias fuertes: Pueden aumentar la sequedad y sensibilidad.
Cuidado especial para grupos vulnerables
Los niños, personas mayores y quienes padecen afecciones como psoriasis o eczema atópico deben seguir rutinas de cuidado más estrictas. “Estos grupos tienen una piel más frágil y susceptible al daño”, advierte la doctora Mendez.
Los especialistas recomiendan acudir a consulta dermatológica si aparecen grietas profundas, descamación excesiva o sangrado, ya que pueden ser señales de daño severo.
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