Con el 45.07% de las mesas escrutadas, la exministra del Trabajo Jeannette Jara (PC) se impuso este domingo en las primarias del oficialismo, superando a Carolina Tohá (Socialismo Democrático), Gonzalo Winter (FA) y Jaime Mulet (FRVS). Su victoria, definida poco antes de las 19:00 horas, resultó irremontable para su principal contendora, la exministra del Interior.
El camino al triunfo no estuvo exento de señales internas. Durante su votación en el Liceo Federico García Lorca de Conchalí –donde estudió de niña–, ausencias notorias marcaron la jornada: ni el timonel del PC, Lautaro Carmona, ni la secretaria general, Bárbara Figueroa, asistieron. Consultada por CHV sobre sus diferencias con Carmona, Jara respondió con un significativo: “A veces pasan cosas que a uno le gustaría que no ocurrieran”.
Su perfil presidencial se cimentó en el Ministerio del Trabajo, cartera que asumió el 21 de enero de 2022 por influencia de Camila Vallejo, convirtiéndose en la primera ministra comunista en esa área desde Salvador Allende. Su ascenso político fue rápido: a los seis meses de gobierno, el Presidente Gabriel Boric la incorporó al comité político, destacando públicamente su capacidad para lograr “grandes acuerdos, a veces improbables”.
El mayor hito de su gestión fue la aprobación de la reforma previsional, fruto de “extensas y a ratos ásperas negociaciones” con Chile Vamos. Este logro, sumado a iniciativas como la Ley 40 Horas y el aumento del salario mínimo, fue el trampolín que la proyectó como carta presidencial, aunque la oposición criticó que sus giras para explicar la reforma fueran “los primeros pasos de una incipiente campaña”.
La campaña primaria se caracterizó por su tono y sus tensiones. Ana María Gazmuri, su vocera, resumió el estilo de Jara como “fraterno, que nunca pierde de vista las divergencias dentro de un marco común”. Su equipo destacó su “competitividad, templanza y carisma”, atribuyendo su conexión ciudadana a una capacidad para “despertar la fibra de la esperanza” tras “hartas frustraciones”. Los cruces con Tohá fueron álgidos: Jara cuestionó la eficacia de su gestión en seguridad (calificándola con nota 5.0), mientras Tohá afirmó: “No soy partidaria de que el PC gobierne el país” y vinculó al comunismo con el empobrecimiento.
El desafío inmediato de Jara es claro: conquistar a la Democracia Cristiana (DC). Previo a su triunfo, declaró: “Voy a tener que hacer mucho esfuerzo para convocar a la DC […] Queremos construir un programa que represente a toda la centroizquierda chilena”. Su objetivo es evitar una candidatura propia de la falange y consolidar una coalición unitaria de cara a noviembre.
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