La Selección Mexicana logró dar vuelta el marcador en la final de la Copa de Oro y derrotó a Estados Unidos, en un duelo jugado en Houston, Texas.
El seleccionado local se puso arriba en el marcador a los 4 minutos, mediante Chris Richards que dejó sin posibilidades al portero Luis Malagón.
México, pese a recibir ese temprano golpe, fue superior durante gran parte del partido, adecuándose a las condiciones que requería jugar una final y así supo llegar al empate mediante Raúl Jiménez a los 27 minutos con un potente remate.
El delantero celebró su gol haciendo un homenaje al fallecido Diogo Jota, con quien fue compañero en Wolverhampton.

Ya en la segunda parte, el Tri siguió jugando mejor y tuvo su premio en el minuto 77, gracias a la conquista de Edson Álvarez, no alejada de suspenso, fue la jugada previa era revisada por el VAR, que dieron finalmente el gol.
Por más que intentó Estados Unidos, no pudo encontrar el empate. El equipo dirigido por Mauricio Pochettino tuvo un verdadero fracaso en casa, viendo celebrar a México su decimotercer título de Copa Oro, justo a un año de la Copa del Mundo.
Por Ignacio Soto Bascuñán