En un duelo simbólico, cargado de historia y emociones, el Real Valladolid volvió a celebrar una victoria como visitante, algo que no conseguía desde hace nueve meses. Y lo hizo en un escenario especial: en el marco del centenario de Colo-Colo, institución que enfrentó al Pucela en homenaje a su fundador, David Arellano, fallecido hace 98 años en tierras castellanas.
Pero el resultado no fue solo anecdótico: el equipo de Guillermo Almada mostró una evolución clara en su rendimiento, superando a un Colo-Colo que comenzó mejor, pero que no supo sostener ni su iniciativa ni su convicción.
⚽ Primer tiempo: dominio estético sin concreción
Colo-Colo arrancó con determinación. La alineación de Jorge Almirón, con pocas rotaciones respecto al triunfo ante La Serena (2-1), dejó en claro que la intención era festejar el centenario con una victoria. Con referentes como Mauricio Isla y Arturo Vidal en cancha, el equipo chileno buscó imponer condiciones desde lo físico y lo emocional.
Vidal, especialmente activo, protagonizó las primeras aproximaciones. Sin embargo, el portero Guilherme Fernandes sostuvo al Valladolid con intervenciones decisivas. Una salvada a quemarropa ante el propio Vidal y otro mano a mano evitaron que los locales concretaran su dominio. El Pucela, sin el control del balón, sufría pero resistía. La defensa, inicialmente dubitativa, comenzó a asentarse con el paso de los minutos.
🔄 Reanudación: crecimiento sostenido y errores clave del rival
El segundo tiempo mostró una cara distinta. El Real Valladolid, más ordenado y con mejor ritmo, supo leer el desgaste y la ansiedad de Colo-Colo. Los visitantes empezaron a dominar el terreno mental y táctico, sin necesidad de tener la posesión.
El primer golpe vino tras un centro de Biuk: el debutante portero Eduardo Villanueva falló en la salida y Marcos André aprovechó para abrir la cuenta (0-1). Desde ese momento, el equipo español manejó los tiempos con personalidad. El segundo gol, obra de Chuki, llegó tras un error en la salida colocolina. Una pérdida mal gestionada dejó expuesto al portero, que fue superado con un sutil toque por arriba.
El Desafío Centenario – Copa Jetour comenzó con una señal clara para ambas instituciones. Para el Valladolid, el partido fue más que una victoria simbólica: supuso el fin de una larga sequía fuera de casa y un respaldo a la gestión de Almada en plena pretemporada. Para Colo-Colo, en cambio, dejó dudas sobre la capacidad de sostener partidos intensos frente a rivales que saben administrar el ritmo y capitalizar errores.
El desafío se cerrará este sábado con el segundo duelo entre ambos clubes en el Estadio Monumental (15:00 hora local, 21:00 hora peninsular).
/José Pablo Verdugo