Un misterioso objeto procedente del espacio interestelar, identificado como 3I/ATLAS, podría acercarse peligrosamente a la Tierra en noviembre próximo, según un reciente estudio elaborado por un grupo de investigadores del Reino Unido y de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos.
Descubierto el 1 de julio de 2025, el objeto se desplaza hacia el Sol a una velocidad de 210.000 kilómetros por hora, una cifra que ha llamado poderosamente la atención de la comunidad científica por ser inusualmente elevada respecto a cuerpos similares conocidos. Según las observaciones preliminares, se estima que 3I/ATLAS podría tener un diámetro aproximado de 24 kilómetros, lo que lo ubicaría en la categoría de grandes cometas.
¿Cometa o nave espacial? La teoría más inquietante
Aunque la hipótesis principal es que se trata de un objeto natural, los investigadores no descartan una posibilidad mucho más alarmante: que 3I/ATLAS sea en realidad una nave espacial interestelar.
Uno de los impulsores de esta idea es el renombrado astrofísico Avi Loeb, quien ha planteado en su blog que la velocidad y comportamiento anómalos del objeto podrían indicar un origen artificial.
«Las consecuencias, si la hipótesis resulta ser correcta, podrían ser potencialmente devastadoras para la humanidad«, advirtió Loeb.
El científico sugiere que el objeto podría estar evitando ser observado detalladamente desde telescopios terrestres, aprovechando su ángulo con respecto al Sol. “Esto podría ser parte de una maniobra para ocultarse o incluso para liberar artefactos hacia la Tierra desde un punto ciego», alertó.
La hipótesis del Bosque Oscuro: ¿una civilización oculta que ataca?
Loeb también relaciona este caso con la hipótesis del Bosque Oscuro, una teoría en astrobiología que plantea que las civilizaciones avanzadas podrían permanecer en silencio y ocultas para evitar ser descubiertas por depredadores cósmicos… o para actuar como tales.
“Según esta hipótesis, un ataque es posible y podría requerir que tomemos medidas defensivas”, advirtió el investigador.
¿Qué tan real es la amenaza?
A pesar del alarmismo que puede generar esta teoría, el propio Loeb matiza sus declaraciones. Reconoce que la explicación más probable es que 3I/ATLAS sea un cometa interestelar completamente natural, y que las observaciones actuales aún no permiten confirmar una naturaleza artificial.
“Con mucho, el escenario más probable es que el 3I/ATLAS sea un objeto interestelar natural. Pero si fuera otra cosa, debemos estar preparados para entenderlo», concluyó.
Un antecedente inquietante: el caso ‘Oumuamua
Este no es el primer caso en que Loeb plantea la posibilidad de objetos artificiales cruzando el sistema solar. En 2017, el objeto ‘Oumuamua —también de origen interestelar— mostró características inusuales que llevaron al astrofísico a sugerir que podría haber sido una nave alienígena o una sonda exploratoria.
Desde entonces, el debate sobre la presencia de tecnología extraterrestre en el cosmos ha ganado atención científica, aunque sigue siendo un tema controvertido.
¿Y ahora qué?
Los próximos meses serán cruciales para esclarecer la naturaleza del 3I/ATLAS. Observatorios de todo el mundo ya están coordinando esfuerzos para realizar seguimientos más detallados a medida que el objeto se acerque a su punto más próximo al Sol y, eventualmente, a la Tierra.
Por ahora, no hay evidencia concreta de una amenaza inminente, pero los científicos no descartan ningún escenario mientras se recopilan más datos.
«En ciencia, debemos contemplar incluso las ideas menos probables, si queremos entender lo que hay más allá de nuestro planeta», concluyó Loeb.
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