Un equipo de astrónomos de la Universidad de Princeton ha presentado una nueva hipótesis que podría cambiar nuestra comprensión del sistema solar: la posible existencia de un planeta hasta ahora desconocido, ubicado más allá de la órbita de Neptuno.
Este objeto, que ha sido denominado provisionalmente ‘planeta Y’, no debe confundirse con el ya hipotético ‘planeta X’, propuesto anteriormente por otros investigadores. En cambio, se trataría de un cuerpo distinto, con una masa y ubicación propias, cuyo efecto ha comenzado a notarse a través de anomalías orbitales detectadas en pequeños objetos transneptunianos (TNOs), es decir, cuerpos helados que orbitan en las regiones más lejanas del sistema solar.
Una anomalía que apunta a algo más grande
Según el estudio, los astrónomos observaron una extraña deformación en el plano orbital de varios TNOs, lo cual llamó inmediatamente la atención del equipo. “Si esa deformación es real, la explicación más sencilla es un planeta inclinado aún no descubierto”, afirmó Amir Siraj, uno de los autores de la investigación.
Este tipo de inclinación en las órbitas sugiere una influencia gravitacional externa que no puede explicarse fácilmente con los planetas actualmente conocidos.
¿Qué tan lejos y qué tan grande es el planeta Y?
Los investigadores plantean que este posible planeta podría tener una masa comparable a la de Mercurio, o incluso similar a la de la Tierra, y estaría ubicado a una distancia de entre 100 y 200 unidades astronómicas (UA) del Sol (es decir, de 100 a 200 veces la distancia entre la Tierra y el Sol).
Según los cálculos del estudio, hay solo un 2 % de probabilidades de que la deformación observada sea producto del azar. En otras palabras, existe una alta probabilidad de que algún objeto oculto esté generando ese efecto.
El papel clave del Observatorio Vera C. Rubin
La posible existencia del planeta Y podría ser confirmada en los próximos años gracias a las capacidades del Observatorio Vera C. Rubin, una de las instalaciones astronómicas más avanzadas del mundo, cuya misión incluye un extenso estudio del cielo nocturno en busca de nuevos objetos celestes.
Este observatorio, ubicado en Chile, comenzará pronto a recopilar datos a gran escala. Si el planeta Y se encuentra dentro del campo de visión de su sistema, podría ser detectado y confirmado directamente, algo que representaría uno de los descubrimientos más importantes en la astronomía moderna.
No obstante, incluso si el planeta no es encontrado, los astrónomos aseguran que los datos recopilados ayudarán a mejorar nuestro conocimiento sobre la distribución de cuerpos en las regiones exteriores del sistema solar.
Un nuevo capítulo en la exploración del sistema solar
El interés en objetos como el planeta Y surge del deseo de los científicos de comprender mejor cómo se formó y evolucionó nuestro sistema solar. La existencia de un planeta más allá de Neptuno cambiaría muchas de las ideas actuales sobre la dinámica y estructura del espacio que nos rodea.
Este hallazgo preliminar recuerda que, incluso en pleno siglo XXI, el sistema solar aún guarda secretos por descubrir. Y gracias a los avances tecnológicos y la mirada atenta de los astrónomos, estamos cada vez más cerca de revelarlos.
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