La vida nos enseña que los trabajos duran dependiendo el desempeño, los límites personales o que tan dispuesto se está para desarrollar actividades poco éticas, que hacen caer hasta los más prestigiosos y hemos visto que subyace al poder, ya sea por ambiciones, por soberbia o simplemente por dinero.

La reforma previsional, que sigue siendo pésima, ya tiene efectos negativos, y arrastra a una ministra comunista como candidata a presidir nuestro país, a la del continuismo desastroso de este gobierno. Otro personaje también involucrado con esta reforma de pensiones, que no convence a nadie, ni menos a los pensionados, es Marcel, el dueño de la billetera que ha renunciado al gobierno. Esto nos recuerda que cuando el barco se está hundiendo, ya sabemos quienes son los que arrancan.

Que nos vengan a decir que esto ocurre por motivos personales, claro que es así, si las personas son las que hacen mal el trabajo, las personas son las que ejecutan ideas buenas o malas, las personas son las que tienen el poder   hacer uso y abuso de dineros de todos nosotros, por eso mismo, ”son  motivos personales” los que inducen a presentar renuncias en diferentes cargos, sobre todo en la administración pública.

La memoria es frágil, Marcel es el mismo que quería aprobar el mamacharro constitucional, el mismo que quería implementar una reforma tributaria nefasta, es quien nos deja una enorme deuda fiscal, es quien tiene sin  inversionistas al país, es quien permitió contratación de más de 100.000 nuevos funcionarios públicos que no hacen nada y reciben sueldos millonarios, es quien entrega la billetera vacía y sin recursos pero tal vez se va por amor…

El ministerio de hacienda, es como el tesorero del curso, que maneja las cuotas que todos pagan mensualmente, para luego a fin de año, emprender ese viaje de término de estudios siempre y cuando éste no se haya arrancado con la caja fuerte, o haya sucumbido a intereses de superiores, o utilizar ese ahorro en gastos personales o para otros fines distintos al destino de esos dineros que son de todos, y cada uno de los que aportaron mensualmente.

Escrito por Margot Guerrero Bruner

Asesora Previsional

Corredor de Seguros

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