En la antesala del primer debate presidencial organizado por CHV y CNN Chile, el ambiente ya anticipaba una jornada de alta tensión. A las 20:21 horas del lunes, el abanderado del Partido Republicano, José Antonio Kast, publicó en su cuenta en X: “Camino al #DebateCHV. Nos vemos en un rato!”,
acompañando el mensaje con una fotografía donde aparece leyendo las propuestas de su contendora oficialista, Jeannette Jara (PC), mientras iba en automóvil rumbo al canal. Un gesto que anticipaba el tono que marcaría su desempeño: interpelación directa y confrontación.
Una noche de choques, símbolos y estrategias
Aquejado por un resfrío, Kast llegó al canal luciendo un terno gris, corbata azul marino y una chapita en su solapa con el lema “Te amo PGU”, en respuesta a las acusaciones del Frente Amplio, que lo señalaban por querer eliminar ese beneficio. Lo acompañaban sus asesores y figuras clave del partido, como Cristián Valenzuela, Arturo Squella, Ruth Hurtado, Carmen Soza, la presidenta del Partido Social Cristiano Sara Concha —vestida de blanco—, y la actriz Mara Sedini.
En tanto, Jeannette Jara, quien fue la primera en llegar, lo hizo con parte de su equipo estratégico, incluyendo al sociólogo Darío Quiroga, su principal asesor, Javiera Milla, encargada de avanzada, y el diputado PS Raúl Leiva. También la recibieron los alcaldes Felipe Muñoz (Estación Central) y Karina Delfino (Quinta Normal).
Jara respondió anticipadamente a los dichos de Kast sobre su ausencia en debates anteriores: “Yo me había restado porque a mí los empresarios no me pautean, como no me financian la campaña… Ya había ido a demasiados debates de empresarios”.
Matthei, Parisi, Kaiser y compañía: estrategias bien marcadas
Poco después arribó Evelyn Matthei (UDI), abanderada de Chile Vamos, vestida inicialmente de negro, pero se cambió antes del debate por pantalón negro y chaqueta blanca. Llegó junto a su jefe estratégico, el empresario Juan Sutil, y la alcaldesa Carol Bown, además de ser acompañada por otros alcaldes del sector, como Sacha Razmilic, Rodrigo Wainraight, Isabel Valenzuela y Mario Desbordes.
Mientras tanto, una inesperada aparición generó confusión entre la prensa: el ministro de Seguridad, Luis Cordero, fue visto ingresando a la misma instalación, pero su destino era CNN para una entrevista independiente.
Quien celebraba su exposición en horario prime era Eduardo Artés, candidato de la izquierda radical, acompañado de su camarógrafo personal y Luis Aravena, su encargado electoral.
“Esperamos ganar varios puntos”, declaró.
Kaiser y Parisi irrumpen con fuerza
El diputado Johannes Kaiser, candidato libertario, llegó de la mano de su esposa Ivette Avaria, luciendo una corbata amarilla con firmas de los próceres de EE.UU.. Fue recibido con gritos de apoyo de militantes libertarios que agitaban banderas en su nombre.
Poco después, Franco Parisi, del Partido de la Gente, hizo su ingreso junto a su hermana Zandra Parisi, afirmando: “Vamos a desnudar el abuso que han hecho los fachos y los comunachos sobre la clase media”.
Sus palabras contrastaron con el tono del candidato Harold Mayne-Nicholls, quien llamó a mantener un clima de respeto y agradeció públicamente a Marcelo Bielsa por sus elogios recientes.
ME-O llega con “el Chile invisible”
El último en arribar fue Marco Enríquez-Ominami (ME-O), en una van negra, acompañado de su hija Manuela y un grupo diverso de personas: una persona en silla de ruedas, una con enanismo y una con discapacidad visual, todos portando banderas chilenas.
“He tomado la opción de traer al Chile de hoy, al Chile invisible, que no siempre nos preguntan por ellos… Vendrá el momento de las propuestas”, dijo.
Primer round: Kast vs. Jara
El debate comenzó con fuerza. A pocos minutos del inicio, se produjo el primer gran cruce entre Kast y Jara, cuando el republicano exigió disculpas por haber sido acusado de mentiroso en relación al uso de bots en redes sociales.
Kast: “Todavía no escucho tus disculpas por tratarme de mentiroso”.
Jara: “No te voy a permitir que me trates de mentirosa, y te lo digo claramente. Tú has levantado mentiras y de manera cobarde. Reconoce que tus aliados usan ejércitos de trolls y bots”.
La tensión fue tal que Marco Enríquez-Ominami intervino:
“Terminemos con la pelea infantil y pensemos en Chile”.
Más enfrentamientos y un gesto final de cortesía
La confrontación entre Jara y Kast se repitió varias veces. En un momento, la candidata oficialista desmintió que propusiera regularizar a 200 mil migrantes ilegales, acusación levantada desde el comando republicano.
“Lo que propongo es empadronar, como lo hizo Piñera”, explicó.
Jara también fue blanco de otros candidatos como Kaiser, Enríquez-Ominami y Artés, mientras Matthei y Mayne-Nicholls optaron por evitar polémicas y centrarse en sus propuestas.
Solo en un momento, Matthei rompió la estrategia de moderación para enfrentar a Parisi, quien la acusó de traicionar al electorado mostrando un papel con la palabra “traicionó”: “No son preguntas, son las típicas agresiones a las que nos tienes acostumbrados”, respondió la exalcaldesa.
El hecho generó molestia entre los equipos de campaña. El entorno de Jara incluso se acercó a solidarizar con Matthei, ya que la organización había prohibido el uso de materiales visuales como los usados por Parisi.
Entre aplausos, empanadas y tensiones fuera de cámara
Durante el debate, los equipos seguían las transmisiones desde una sala anexa, separados por paneles de vidrio. En medio de espumantes, aperol, empanadas de cóctel y brochetas, aplaudían las intervenciones de sus respectivos abanderados.
En cada corte comercial, asesores como Cristián Valenzuela y Darío Quiroga ingresaban al set para hacer breves comentarios o ajustes con sus candidatos.
Al término del debate, Kast y Jara se despidieron cordialmente, y Valenzuela y Jara incluso se estrecharon la mano, cerrando la jornada con una nota de civilidad.
Una noche helada para cerrar un debate caliente
La salida del canal fue lenta y marcada por la baja temperatura. Las reglas del evento establecían un orden estricto para evitar desorden, lo que dejó a varios equipos esperando afuera bajo el frío.
La jornada dejó en claro que, más allá de las propuestas, los choques ideológicos y personales marcarán el tono de esta contienda presidencial que recién comienza.
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