Cuando el dúo de humor argentino Cirko Marisko se presentó en el programa Coliseo de Mega, rápidamente se transformó en uno de los favoritos del certamen. En conversación con La Cuarta, los comediantes sorprendieron al revelar que una de sus principales inspiraciones es Luis Flores, un humorista chileno que ha construido una destacada carrera en Argentina.

Aunque su nombre no sea tan conocido en Chile, el éxito de Flores al otro lado de la cordillera es innegable. En 1986 dejó el país rumbo a Mendoza por motivos familiares y, con el paso de los años, se radicó definitivamente en Buenos Aires. “A los 13 años me fui de mi casa, hice vida independiente”, recuerda. Desde entonces comenzó a buscar formas creativas de ganarse la vida, hasta que encontró su camino en el arte callejero, donde el humor se transformó en su mayor herramienta. Así nació “El Chileno”, el apodo que lo acompaña hasta hoy.

Sobre su estilo, explica: “Trato de hablar de la vida cotidiana, de la idiosincrasia del ser humano, de la tolerancia con los niños, los vendedores ambulantes… intento buscarle la chispa a eso”.

En cuanto al humor nacional, tiene una opinión clara: “Los cómicos en Chile están muy metidos en el tema político, con criticar, y yo creo que la gente lo que más quiere es reírse, no que le recuerden los problemas que ya está viviendo”.

Durante su carrera, “El Chileno” ha participado en programas emblemáticos de la televisión argentina como Susana Giménez, Videomatch y Peligro Sin Codificar, entre otros.

Hoy, de regreso temporal en su país natal, Luis Flores se anima a participar en el programa que busca al nuevo humorista para Viña 2026, marcando así un reencuentro con el público chileno que promete risas y nostalgia.

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