No fue una visita fácil para Universidad de Chile. Los azules viajaban a Buenos Aires, tras casi dos meses después de aquel fatal partido ante Independiente de Avellaneda, para enfrentarse a Lanús por semifinales de Copa Sudamericana, por lo que para esta oportunidad el resguardo policial para la delegación fue tomado casi como si se jugara un Boca-River.

Pese a todo y a lo que respecta la cancha de fútbol, los azules cayeron por 1-0 ante el granate y se despidieron del torneo continental. Con un solitario gol (polémico hay que decirlo) de Rodrigo Castillo, Lanús venció en la vuelta y accedió a la final de la Copa Sudamericana.

Las acciones comenzaron a los 7 minutos, con la primera incidencia luego de que el futbolista de Lanús, Agustín Cardozo, recibió cartulina amarilla por una infracción sobre Javier Altamirano, pero la revisión de la jugada daba cuenta que era para tarjeta roja. No obstante, el árbitro venezolano no fue al VAR y se mantuvo en su decisión.

En los 10´ Charles se atrevió con un remate desde la vertical izquierda, después de una buena salida en bloque de los azules (que jugaron de amarillo).

Minuto 12 y llegaría la apertura del marcador de Marcelino Moreno, quien aprovechó un balonazo largo y anotó frente a las salida de Gabriel Castellón. Pese a eso, el gol fue anulado por leve aposición de aldeanteo de Moreno.

Cuando se jugaban los 30 minutos, Castillo se ingenió una jugada personal eludiendo a dos jugadores azules y sacó un remate mordido, dando rebote en Franco Calderon que desvió la pelota.

Minuto 52 y llegaría el gol de la U con Felipe Salomoni como protagonista, quien apareció en el segundo palo, tras un centro de Fabian Hormazábal. No pudo ser todo felicidad para la U, pues el gol fue anulado por una participación de Di Yorio, quien volvía de un fuera de juego.

A los 63 Lanús abriría el marcador con Rodrigo Castillo, pero sin dudas con polémica pues al comienzo de las jugada hubo una mano clara de Eduardo Salvio, que fue desestimada por el árbitro venezolano y el VAR.

Lanús retrocedió y cerró filas, defendiendo con seis hombres para negarle a la U la posibilidad del empate.

Tras el pitazo final se generó una gran pelea entre jugadores de ambos equipos que terminó con la expulsión de Matías Zaldivia.

Por Ignacio Soto Bascuñán