Un solo hecho, puede provocar insospechados efectos, ya sea en una campaña presidencial, para nombrar a un candidato(a), como también lo fue, el rescate de los 33 mineros, por decir unos eventos, en que se cambia el nombre de personajes asociados a diversos acontecimientos en que se designan personas para acceder a cargos como presidente, diputados o senadores.

Dicho lo anterior, considero que la reforma previsional, que se aprobó y que en definitiva es pésima, hay dos situaciones que tuvieron efectos negativos y que hoy están siendo castigados, por vender sus principios, por apoyar ideas del gobierno de extrema izquierda, y que permitió el “préstamo al gobierno por parte de los ahorrantes” sin tener certeza de su devolución.

Gracias a esa aprobación de la reforma previsional, se nombró a una candidata comunista, continuadora de este gobierno nefasto, que junto a la “derechita cobarde de Chile Vamos” hoy la ciudadanía castiga con votos. Hoy tenemos la ocasión de cambiar el rumbo de nuestro país, y volver a retomar la senda de la cordura, el crecimiento, las inversiones, poner fin a la inmigración ilegal, a la lista de espera en salud, a la delincuencia y terrorismo, a la corrupción y ese el legado de este desastroso gobierno que solo llegaron a destruirlo todo.

La Primera Ministra del Reino Unido, Sra. Margaret Thatcher, dijo textualmente  “ cuando un comunista habla: Miente, cuando calla: Oculta, cuando tiene poder: Roba, cuando pierde el poder: Destruye… Así han construido su historia”

Nuestras votaciones, son el reflejo de lo que queremos como país, las personas no cambian su esencia por conseguir unos votos más, no por mascar chicle somos rumiantes, no por sonreír somos alegres. La candidata Jara no por mentir es sincera, no por renunciar al partido comunista dejará de ser comunista, no por hablar suave es menos “peligrosa”, no porque diga ser “socialdemócrata” respeta la democracia, porque no creen en ella, solo la utilizan para llegar al poder, y luego se olvidan de entregarlo. Hay un refrán que creo refleja aquello, es que “aunque la mona se vista de seda, mona queda”.

Escrito para El Diario de Santiago por Margot Guerrero Bruner

Asesora Previsional

Corredor de Seguros

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