El Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) declaró este martes una alerta temprana preventiva para la Región Metropolitana ante la creciente amenaza de incendios forestales. La medida, que entra en vigencia de inmediato y se mantendrá mientras persistan las condiciones de riesgo, responde a un escenario que combina temperaturas extremas, baja humedad y un entorno vegetacional vulnerable.
La decisión se sustenta en los informes de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) y de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), ambos organismos que advierten que los próximos días presentan las condiciones ideales para la rápida generación y propagación del fuego. En particular, la DMC había anticipado una alerta meteorológica por altas temperaturas extremas que afectará a Valparaíso y a la Región Metropolitana este miércoles 3, configurando un escenario climático excepcionalmente adverso.
El fenómeno responde a la presencia de una dorsal en altura, una masa de aire cálido que se instala sobre la zona central y bloquea el ingreso de corrientes frías. Este patrón atmosférico intensifica la sequedad y eleva significativamente las temperaturas: se esperan 28 °C en el litoral de Valparaíso y hasta 35 °C en el valle y la cordillera de la costa de la Región Metropolitana, valores que aumentan el riesgo de ignición y dificultan cualquier contención temprana.
En paralelo, Conaf, mediante su sistema Botón Rojo y su modelo de pronóstico de riesgo, ha identificado áreas con alta probabilidad de incendios. Esta herramienta técnica cruza datos de temperatura, humedad, viento y estado de la vegetación, permitiendo anticipar con precisión los puntos más críticos. Cuando el Botón Rojo se activa, la institución eleva sus alertas internas y coordina de inmediato con las autoridades locales para ajustar el despliegue operativo.
Con la alerta temprana preventiva, Senapred ingresa en un estado de reforzamiento de la vigilancia, que incluye monitoreo permanente, coordinación directa con los servicios de emergencia y preparación estratégica de recursos. Además, se activa el Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres, lo que permite acelerar la reacción ante cualquier indicio de humo o fuego. En un contexto climático cada vez más volátil, esta anticipación se vuelve crucial para evitar que un foco aislado derive en un siniestro de gran magnitud.
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