La decisión, de buenas a primeras, resultó difícil de entender.

Gary Medel dejaba Bologna como absoluto referente luego de cuatro temporadas para sellar su retorno al fútbol sudamericano. Se rumoreó entonces con la posibilidad de recalar en Boca Juniors o de cerrar el círculo de su carrera en Universidad Católica, pero no: en cuestión de horas, agarrando por sorpresa a muchos, el “Pitbull” aterrizó en Río de Janeiro. Lo esperaba el Vasco Da Gama, uno de los grandes de Brasil aunque caído en desgracia. Su campaña hasta entonces era lamentable, penúltimo, con nueve puntos en catorce partidos. En resumen, dos victorias, tres empates y nueve derrotas. ¿Por qué asumir un riesgo así en sus últimos años?

Diez partidos más tarde, el tiempo no le quitó razón al “Pitbull”, que ahora festejó una nueva y milagrosa victoria que los sacó de la amenaza concreta que era el descenso. Claro, aún queda un largo trecho, pero en algún momento un repunte así del Gigante de Colina era inimaginable.

En rigor, ayer el Vasco se impuso agónicamente sobre América Mineiro, verdugo de Colo Colo en Copa Sudamericana, lo que permitió al elenco del zaguero nacional ubicarse en la decimoquinta plaza del torneo, con 26 puntos, uno por encima de Bahía, que ahora está en la zona roja junto a Santos, América y Coritiba.

La celebración del “Pitbull” lo dice todo:

“¡Muito Vasco!, ¡Salimos de esta mierda!”, gritó a viva voz el bicampeón de América junto a sus compañeros, en un registro que más tarde compartió el propio club en sus canales oficiales y que emocionó a su torcida.

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/EMG