Este año hemos hablado bastante de las llamaradas solares. De hecho, hace sólo unos días informábamos sobre la más grande que ha afectado al astro rey en aproximadamente siete años.

Aquella fue la tercera erupción de clase X en un lapso de 24 horas, todas ocurridas en la región activa AR 3590, una colosal mancha solar.

Y claro, estamos bastante lejos del Sol, por lo que aquella noticia parece irrelevante para el día a día. ¿El problema? ahora AR 3590 se encuentra en una posición que amenaza directamente a la Tierra.

Potenciales consecuencias de las erupciones solares

Los expertos de la ESA (Agencia Espacial Europea) y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) han estado monitoreando desde cerca esta mancha solar.

Más ahora que está en una posición que apunta casi directamente a nuestro planeta, fenómeno que podría desencadenar tormentas geomagnéticas y ráfagas de radiación de mayor intensidad.

Dichas ráfagas podrían ser potencialmente devastadoras, sobre todo cuando hablamos de telecomunicaciones, redes eléctricas y sistemas de navegación como los GPS.

Además, no sólo podría causar estragos en este mundo, ya que significarían un riesgo para los astronautas de la Estación Espacial Internacional u otras misiones, además de afectar a satélites y naves.

Por su parte, expertos explican que mientras esta mancha esté apuntando hacia la Tierra, lo más probable es que veamos un aumento en la actividad solar.

Así que si ves una aurora boreal, ya lo sabes: podría ser resultado de esta actividad solar inusual y muy intensa.

Llamarada solar registrada el 9 de febrero de 2024 NASA/SDO (NASA/SDO/Europa Press)

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