Ese martes 6 de febrero estaba lloviendo mucho. Caía tanta agua, que pasó a ser un día muy tranquilo para el cuerpo de bomberos de la localidad de Lago Ranco. Pero eso cambió de golpe. A las 14:48 les cayó un tono de emergencia. Era uno que no escuchaban hace mucho tiempo. La operadora de la central de radio hablaba de un 10-14 en Ilihue Bajo. Es decir, que había caído una aeronave en ese lugar, en la orilla sur del lago.

Tres vehículos, dos carros bomba y un furgón de rescate, acudieron a la emergencia. La Tercera tuvo acceso exclusivo a los mensajes de radio de los bomberos que llegaron al sitio del impacto. Principalmente son comunicaciones de los primeros minutos. Luego, cuando se conoció la dimensión de la tragedia y que el resultado sería el fallecimiento del expresidente Sebastián Piñera Echenique, los bomberos cambiaron a otra frecuencia para el rescate.

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El rescate

El cuerpo de bomberos entendió algo rápidamente: esta emergencia era grave. Por eso, despacharon a todos los vehículos que la central tenía disponibles. Se prepararon para algo que no habían enfrentado: por lo general, además de fuego, están acostumbrados a enfrentar accidentes de auto, o emergencias en casas o edificios.

Un minuto después del primer tono, la central le entregó más información a los rescatistas: “6-0 R1, B1, B2, Se trataría del predio de la familia Santa Cruz”.

El carro bomba número dos pide una aclaración, pero en la central no tienen más datos. “A qué altura en kilómetro de Ilihue Bajo?”, preguntan. “Es la familia Santa Cruz. Solo me dieron esa información”, le responden.

Tres minutos más tarde, los carros bomba piden más detalles sobre el lugar del accidente. Están perdidos: buscan una columna de humo, pensando que el impacto fue en tierra.

A las 15 horas, casi media hora después del accidente, un lugareño le indica a los rescatistas el sitio preciso donde los están esperando: la casa de la familia Del Río. Al cabo de un par de minutos llegan al sitio del suceso. Ya en la playa, establecen un puesto de mando. Allí se instala el comandante segundo Luis Inostroza, quien hablando con los testigos se entera de que el helicóptero había caído en el agua, a unos 150 metros de la orilla. Que tres de los cuatro ocupantes estaban a salvo, en la casa de José Cox, empresario amigo de Sebastián Piñera, dueño del lugar donde despegó el helicóptero.

Allí, a Inostroza le dijeron algo más: quien seguía bajo el agua era el expresidente de la República, Sebastián Piñera.

Inostroza de inmediato ordena que fuera al lugar el Grupo Especializado de Rescate Sub Acuático (GERSA), que lleva al lugar una lancha de rescate. Eran las 15:21. En ese minuto, todos miraron a Ricardo González, capitán de bomberos. Era el buzo designado para bajar al fondo del Ranco.

Lo lamentable es que todos en el lugar entendían que, por la cantidad de minutos que había pasado, ya no iban a rescatar a una persona. La misión era sacar del lago un cuerpo sin vida.

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