Con abrazos entre representantes del gobierno terminó la sesión de la Cámara de Diputadas y Diputados de este lunes tras la aprobación del informe de la comisión mixta respecto de la ley corta de Isapres. Se trataba del último trámite que le quedaba a la iniciativa que estuvo un año en discusión en el Congreso.

Un descuelgue masivo que se contuvo. La Moneda logró contener este lunes un posible descuelgue masivo de parlamentarios oficialistas, lo que suponía lo difícil que es llegar a acuerdos en un gobierno que carece de unidad y coherencia en su coalición.

  • El proyecto fue rechazado por 8 parlamentarios oficialistas: Los socialistas Danisa Astudillo, Marcos Ilabaca y Juan Santana; los independientes FA Consuelo Veloso y Félix González; Viviana Delgado (Partido Liberal); Hernán Palma (ind. PC) y Alexis Sepúlveda (Partido Radical).
  • Los diputados Raúl Soto (PPD) y Camila Musante (ind. PPD), que habían anunciado su voto en contra, no llegaron al Congreso.
  • Las abstenciones en la coalición de gobierno fueron 5 y vinieron todas desde el PC: María Candelaria Acevedo, Carmen Hertz, Nathalie Castillo, Lorena Pizarro y Matías Ramírez.

Un almuerzo clave. Las gestiones del Ejecutivo para lograr este resultado se abrocharon este lunes desde la hora de almuerzo. Hasta el comedor de la presidencia de la Cámara de Diputadas y Diputados llegaron los jefes de comités de diputados oficialistas y representantes de gobierno.

  • Se trataba de una reunión agendada con antelación por parte del Ejecutivo para convencer, en última instancia, a los parlamentarios del sector para que aprobaran el informe de la comisión mixta respecto de la ley corta de Isapres.
  • En La Moneda estaban conscientes de que un posible descuelgue masivo por parte de las fuerzas de gobierno sería difícil de enfrentar.
  • Los ministros Álvaro Elizalde y Ximena Aguilera, la subsecretaria Macarena Lobos y el superintendente de Salud Víctor Torres llegaron poco antes de las 13:00 horas.
  • En la reunión hablaron los cuatro representantes del Ejecutivo y argumentaron en la línea de lo que habían sostenido públicamente: Que sin la ley el sistema de salud puede colapsar, que Fonasa se fortalecía con la Modalidad de Cobertura Complementaria, y que seis millones de chilenos que están en el Fonasa se atienden con prestadores privados, con los que las Isapres sostienen una deuda de alrededor de $600 mil millones.
  • Pero a esos argumentos ya conocidos sumaron otros dos que terminaron por convencer a los sectores del oficialismo. El primero apuntó a que en las regiones la red de prestadores privados sostiene el sistema de salud. En segundo término, alrededor de 300 mil afiliados a las Isapres tienen preexistencias, los que en caso de que una asegurada cayera en insolvencia y fuera intervenida por la Superintendencia de Salud, terminarían en una suerte de “corralito” y tendrían que financiar sin devoluciones sus prestaciones.
  • Todo apunta, sin embargo, a que el principal factor que contuvo al oficialismo fue el de la supervivencia política. El rechazar el proyecto implicaba hacerse responsables del colapso del sistema de salud, que incluso podría devenir en muertes por falta de atención, en un año electoral.

División en el PC. El presidente del partido Lautaro Carmona evitó este domingo entregar su apoyo al proyecto, en medio de la apuesta de la colectividad por hegemonizar el 30% del voto duro de izquierda que se le atribuye al Presidente Boric. Al igual que los otros parlamentarios críticos del proyecto que existía en el Socialismo Democrático, los comunistas consideraban que lo planteado era un perdonazo a las aseguradoras y que los costos los terminarán pagando los afiliados.

  • La diferencia fue que el Comité Central del PS hizo un llamado explícito a sus parlamentarios a aprobar la iniciativa.
  • En contraste a Carmona, la presidenta de la Cámara de Diputadas y Diputados Karol Cariola —además de la presidenta de la comisión de Salud Ana María Gazmuri (PH)— intentó cuadrar a su bancada, que terminó votando igualmente dividida.
  • De los 14 diputados que integran el comité comunista, uno votó en contra, cinco se abstuvieron y el restó apoyó el proyecto, al igual como ocurrió con sus parlamentarios en el Senado.
  • Para algunos, la indisciplina del PC —que históricamente ha tenido un alto precio interno— se tradujo en las dos miradas que conviven al interior del partido respecto al gobierno de Boric, donde forman parte del primer anillo de la toma de decisiones.

Lo que viene. Que el proyecto haya terminado su tramitación en el Congreso no significa que el plazo para pagar la deuda por parte de las Isapres vaya a correr de manera inmediata. De hecho, antes de que se promulgue la ley, debe pasar por control de constitucionalidad en el TC. Mientras eso ocurre, el superintendente Víctor Torres ya emitió la primera circular que establece que las tablas de factores se deben unificar a partir del 1 de septiembre de este año.

  • Respecto del pago de la deuda, las aseguradoras ahora deben establecer un plan de pago que debe ser aprobado por la Superintendencia de Salud.
  • En dicho plan, las Isapres deberán establecer si se ceñirán a la propuesta de pronto pago que les permite reducir la deuda entorno a un 35% por beneficiario, o si establecerán mecanismos para pagar en los plazos establecidos (13 años para la población general, 5 años para mayores de 65 y 2 años para mayores de 80).

/Escrito por Alexandra Chechilnitzky y Jaime Troncoso para Ex Ante