Son numerosos los elementos que influyen en la longevidad a la que puede llegar una persona, los cuales van desde la genética hasta mantener ciertos hábitos de alimentación, ejercicio físico y dormir la cantidad de horas recomendadas.

Tales puntos son esenciales para mantener un buen estado de salud.

Sin embargo, para “envejecer bien” también hay otros factores que se deben considerar.

Para el geriatra de Vanderbilt Health en Nashville (Tennessee), Parul Goyal, es clave que la salud física sea acompañada de la mental y del bienestar emocional.

Según declaró al Huffington Post, cuidar esas tres áreas es fundamental para tener una vida gratificante y saludable, en la que más allá de vivir más tiempo se disfrute de los momentos.

Bajo esa premisa, Goyal y otros especialistas mencionaron una serie de señales que sugieren que efectivamente estás “envejeciendo bien”.

Y, también, compartieron sus recomendaciones para fortalecerse en estos ámbitos.

1. Dedicas tiempo a aprender cosas nuevas

El geriatra explicó al citado medio que darse espacios para absorber nueva información —más allá del trabajo o las responsabilidades de la rutina— tiene efectos positivos en la salud cognitiva.

Es por esto que recomendó estimular la mente a través de actividades que te permitan desarrollar nuevas habilidades, tales como participar en juegos, aprender a tocar un instrumento musical o un idioma que no dominas.

Aquello, en sus palabras, “te ayudará a formar nuevas vías en el cerebro para que puedan seguir siendo cognitivamente fuertes”.

2. Compartes tus sentimientos y pensamientos con los demás

La especialista de la Universidad Rush de Chicago (Illinois), Robyn Golden, aseguró al Post que “a menudo, la gente no envejece bien porque no se sincera sobre cuáles son sus necesidades”.

Con ello hace referencia a que se debe comunicar cuando uno pasa por periodos en los que, por ejemplo, se siente solo o desanimado.

En este sentido, recomendó compartir tus pensamientos y sentimientos con tus seres queridos, además de acudir a un profesional de la salud mental en caso de que tengas síntomas de depresión o ansiedad.

“Creo que eso forma parte de envejecer bien, estar abierto a poder decir: ‘Estoy en esto y esto es lo que necesito’”.

3. Interactúas socialmente con otros

Goyal enfatizó que las relaciones sociales —con amigos, familiares, vecinos o miembros de una comunidad— son esenciales para combatir los sentimientos de soledad y aislamiento, los cuales pueden afectar negativamente a la salud mental.

A modo de ejemplo, puede ser desde juntarse a conversar con tus cercanos hasta ayudar a un conocido a que aprenda una habilidad nueva que tú dominas, ya que no existe un único método para vincularse con las otras personas.

El geriatra de Northwestern Medicine (Chicago), Lee Lindquist, afirmó al Post que esto también favorece a la salud cerebral.

“Pensamos en el cerebro como en un músculo, de modo que si te sientas en una habitación con cuatro paredes todo el día y no hablas con nadie (…) tu cerebro se va a ir a pique, porque no recibe ningún estímulo”.

Si se acomoda a tu caso, dijo que acciones como hablar por teléfono o mediante otro método remoto también son favorables.

4. Cuidas tu alimentación y realizas ejercicio físico

No es necesario que estés todo el día en el gimnasio ni que te restrinjas de todas las comidas que te gustan, pero sí lo es que revises con tu médico cuáles son los hábitos que mejor se ajustan a tu caso.

Optar por una dieta con dichas características, beber la cantidad suficiente de agua y mover el cuerpo es crucial para que el cuerpo y la mente se mantengan activos y tengas energía a lo largo de tu día.

5. Haces actividades que disfrutas

Puede ser desde cocinar hasta leer libros o ver películas y series. Todo depende de tus gustos y qué es lo que te hace sentir una mayor satisfacción y bienestar.

De esa manera encontrarás menos espacios en los que te sentirás aburrido, un factor que Golden calificó como una alerta.

“Sentir que el día es muy, muy largo no es una buena señal”, recalcó la experta de la Universidad Rush.

6. Consultas periódicamente con tu médico

Lindquist afirmó que “el cuerpo siempre está cambiando”, por lo que es necesario visitar cada cierto tiempo a un doctor para revisar cómo ha evolucionado tu estado de salud.

En caso de que te hayan recetado medicamentos previamente, dijo que es importante recordárselo al médico, para que así evalúen si corresponde que los sigas tomando o no, dependiendo de tu caso particular.

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