“¿Por qué prisión preventiva para Daniel Jadue y por qué Cathy Barriga no?”. Fue una de las preguntas más repetidas luego de que la justicia ordenara la prisión preventiva del alcalde de Recoleta.

Muchos compararon la situación de Jadue con la de la exalcaldesa de Maipú, formalizada por delitos similares en enero pasado. A diferencia del militante comunista, Barriga quedó con arresto domiciliario, medida que le fue confirmada hace unos días, pese a los incumplimientos que acusó la Fiscalía.

Según diferentes abogados, hubo dos diferencias principales que determinaron la prisión de Jadue: primero, que las imputaciones y antecedentes presentados por la Fiscalía serían de mayor gravedad; y segundo, que Jadue es alcalde en ejercicio.

Según explicó el abogado Alberto Precht en Mega, “en el caso de Barriga no hay cohecho ni estafa”. En este sentido, indicó que la Fiscalía presentó antecedentes contundentes sobre, por ejemplo, el otorgamiento de un contrato “a cambio de algo”.

Otro aspecto determinante fue que Daniel Jadue fue formalizado como alcalde en ejercicio, a diferencia de Barriga, cuyo periodo finalizó en 2021. Por eso, se advirtió un “peligro de reiteración” de delitos.

Al argumentar la medida cautelar, la jueza Paulina Moya indicó que “el tribunal no puede dejar de advertir que el imputado Jadue se encuentra en funciones como alcalde de Recoleta y esta posición implica una relación directa y esencial con la administración de recursos”.

Agregó que “por lo tanto, no se puede pasar por alto el riesgo que genera su permanencia en el cargo para el patrimonio de la comuna, entendiendo que esto podría incluso configurar un peligro de reiteración”.

Mientras Jadue esté en prisión en el Anexo Capitán Yáber, deberá ser reemplazado en el cargo por la persona que elija el Concejo Municipal de Recoleta.

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